Hay de golpes a golpes. La expresión “estar tocado” se refiere a haber recibido un impacto particularmente fuerte, de esos que sacan de balance y amenazan con apagar las conexiones nerviosas del cuerpo.

Es un momento crucial para cualquier boxeador. Se dice comúnmente que el valor es lo que te mantiene de pie, pero debe haber más que eso. El valor no te va a regresar la fuerza de las piernas, hay que utilizar una estrategia para sostenerte, recuperarte y regresar al juego.

Para fines prácticos, consideraremos que hay tres formas de lograr sobrevivir a “estar tocados”:

1)      Mantente lejos

Ponte a correr. Mientras más lejos estés  más difícil será que te alcancen, más difícil serás de conectar. Reaccionar así puede parecer obvio, pero en realidad tiene contras considerables.

Mantener la distancia te desgasta a gran velocidad. A fin de cuentas estás moviéndote mucho. Si estás tocado y además es un round avanzado de la pelea, puedes estarte agotando inútilmente.

Por otro lado, al hacer esto facilitamos recibir un golpe de remate. Aunque mantenernos en movimiento evitará que el rival se plante con la solidez suficiente para lanzar un golpe que nos derribe, la oportunidad existe. Si no me creen, pregúntenle a Roger Mayweather:
Es más fácil lanzar golpes de poder con distancia de por medio. Si ustedes mismos marcan distancia y además se encuentran con los reflejos alentados…pueden acabar como Roger.

Aquí un ejemplo de cómo resistir - en la medida de lo posible- cuando un rival te supera en poder y te encuentras herido. Observen a Gabriel Rosado usando la distancia con GGG Golovkin.
2)      Mantente cerca

Esta es una opción menos obvia, inclusive menos “decorosa”, pero tal vez más útil.

Si te estás tambaleando, tu prioridad es recuperarte. El clinch o el abrazo se suele abuchear en las arenas. Se interpreta como un signo de debilidad o de cobardía. Sin embargo es sumamente útil. Reducimos el movimiento recuperándonos así más fácilmente que si estuviéramos brincando por todo el cuadrilátero. Además  reducimos las posibilidades de recibir un golpe de poder, al limitar el radio de apertura en que nuestro contrincante puede atacarnos.

Veamos un ejemplo de cómo reaccionó André Berto cuando se encontró en desventaja:
Resistir desde “adentro”, es más que simplemente sujetar al oponente. Se debe tener presente que el rival intentará empujarnos para recuperar la posibilidad de lanzar golpes. 

El clinch no es siempre la opción, se puede pelear desde el interior, con relativa seguridad para reponernos.  Mantener la cabeza en movimiento es primordial, a esas distancias tan cortas se facilita que un movimiento de cintura y cabeza esquive un golpe. Cuando estamos dentro hay que incomodar al rival, empujar en diferentes ángulos para que pierda el equilibrio y dificultar que esté bien plantado. Dale vueltas, no lo empujes directamente sobre su centro de gravedad, pues tiene mejor forma de sostenerse y puede acabar por agotarte él a ti.

Resistir de cerca tiene sus riesgos evidentes, si el rival logra escapar con pasos laterales o apartarte lo suficientemente rápido, puede conectar un golpe que mande tu cabeza directamente contra la lona de los patrocinadores.

3)      El kamikaze mexicano

No me atrevería a describir a este como un método oficial. Es más una observación. 

El entrenador de Timothy Bradley dijo que Juan Manuel Márquez herido era el hombre más peligroso del mundo. Si vemos sus peleas entendemos la razón, si lo sabrá Manny Pacquiao. El mexicano no corre a la distancia, y rara vez abraza al oponente. Juanma se defiende golpeando, se echa un poco para atrás pero regresa con golpes de poder para ahuyentar a su enemigo.

Esto no es un asunto de nacionalidades, por supuesto. En otro caso reciente el argentino Sergio Martínez hacía algo similar, lanzando golpes de poder a Chávez Junior para alejarlo cuando lograba impactarlo. Pero la reputación de los boxeadores mexicanos de aguerridos y arrojados hasta el punto de parecer suicidas se presta más a bautizar esta reacción.

No es necesario seleccionar sólo un tipo de respuesta. Todo dependerá de las condiciones que percibes sobre tu propio estado físico y las características del oponente. Como siempre diremos en Sparring, una estrategia útil debe ser flexible y admitir reajustes. Durante una misma pelea puedes requerir varias de estas técnicas. Quizá de la distancia al principio, cuando aún tienen energía pero te han aturdido, de la cercanía cuando hayas tenido un round particularmente extenúate y del kamikaze mexicano cuando requieras jugarte un todo o nada en el último round.  

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